Sigues siendo el sujeto de mis madrugadas en desvelo
el pensamiento escondido entre mis lujurias
no importa cuantas veces te diga adiós, siempre te hecho de menos
y se nublan mis miradas cuando escucho tu voz
en los predicados de mis oraciones muertas,
fogueándome con la insurrección
creyendo que soy matiz de memorias inciertas
apaciguando la fe que no soy capaz de creer,
oriundo de tantas incoherencias, en las favelas de mis cuentos sucios
donde te desnudo en cada momento
pues la ropa dejó de ser tu protección;
y te ciego para que no te des cuenta que mis manos se acercan
solo quiero que me sientas como lo hice yo alguna vez
y saber si para ti será también suficiente para encenderte
para hacerme parte de ti como lo sos vos de mi
o será tiempo de fumigar el brote de estas ilusas pasiones
y jubilarme hacia adentro, hacia cualquier sentimiento
en mis metáforas e hipérboles donde logro ser feliz.
Imagen Sin Título, por el fotógrafo ruso Shahabalov.
Uh.. Hace frío y tristeza allí… “Jubilarme hacia adentro”, me desarma esa idea. Hermoso esto. Saludos. 🙂
Fríos necesarios a veces. Gracias por el comentario Crissanta. Saludos.